Perfil, 3 de agosto 2018.

La Galería Calvaresi reúne un conjunto de obras de la artista que con reminiscencias de momentos de la historia del arte y un profundo lirismo crea historias que se enlazan visualmente.

Desde el 3 de agosto puede visitarse en la Galería Calvaresi la muestra El beso dorado del bosque, con obras de Carolina Antoniadis y curaduría de Mercedes Casanegra. El espacio -una galería que en sus cuatro pisos reúne piezas de anticuario y obras de diferentes lenguajes artísticos- sirvió de inspiración para una serie de pinturas y una instalación site specific compuesta por un grupo de arañas que cuelga del centro de la sala. El trabajo de la artista, que acaba de ganar el Premio de Pintura María Calderón de la Barca, crea mundos con una iconografía propia plasmada a través del dibujo y la pintura en acrílico, tinta y laca.

«El ornamento fue un leitmotiv en toda mi carrera. En esta muestra quise llevar el trabajo ornamental a un lenguaje contemporáneo» señala Antoniadis en diálogo con Perfil.com. «El arte decorativo no tiene una narración y yo le doy un relato».

Las obras en gran tamaño realizadas con tinta de impresión muestran un conjunto de líneas que generan formas y parecen relacionarse con el art noveau y el estilo pictórico de Gustav Klimt. Sin embargo, al detener la mirada sobre distintos sectores comienzan a descubrirse pequeñas historias que parecen unirse a través de ondas. El recorrido depende del espectador, quien a su vez completa la obra al darle un significado a cada microrrelato y a todo el conjunto.

«Trabajo con capas y la idea es ir develándolas, transitar cada una de ellas» explica la artista. La obra de Antoniadis tiene ciertas reminiscencias del arte del fin del siglo XIX, aquel de la escuela de Arts and Crafts de William Morris -que proponía el trabajo manual y artesanal-, y desde su título plantea un regreso a la naturaleza. De esta forma, la atmósfera lírica se presenta como resistencia a la profusión de los entornos digitales de la contemporaneidad.

Carolina Antoniadis nació en Rosario en 1961, estudio en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y desde 1990 también se dedica a la docencia. Entre otras distinciones obtuvo el Premio del Salón de Pintura de la Asociación de Críticos de Arte, el Gran Premio de Honor de la Fundación Federico Klemm, el Premio Leonardo y el Primer Premio de Dibujo en el Salón Nacional de Artes Visuales. Sus obras forman parte de diversas colecciones en el país y el exterior. La galería Calvaresi está en Defensa 1136, San Telmo, CABA, y puede visitarse de lunes a domingo de 11.00 a 18.30. (Fuente www.perfil.com).

 

Por Marcelo Parajó